¿Cuándo y cómo disfrutarlo?
La combinación de las tres variedades de uva confiere al champagne Delamotte Brut estructura, profundidad, redondez y frescura. Un vino elegante y equilibrado con un final limpio y frutado. Su nariz de gran pureza de la que emanan notas de cítricos, flores blancas y piel de limón lo convierte en el compañero de todos los momentos. Puede disfrutarse como aperitivo, en una boda con el tradicional brioche, o con amigos con un simple deseo de champagne con unos gougères de queso comté, unas tostadas de humus, incluso unas empanadas crujientes o unos rábanos crocantes.
Potencial de envejecimiento: beber dentro del año.